Ventajas de adoptar un perro adulto
Sabemos perfectamente su estatura y tamaño definitivo, sin llevarnos sorpresas más adelante.
Ya han madurado y asimilan con más rapidez todo lo que se les enseña en el proceso de su educación.
La adaptación de los animales adultos adoptados, (de un año en adelante), es muy rápida y fácil.
El animal se adapta rápidamente a su nueva vida y adquiere en poco tiempo las costumbres de su nuevo hogar, así como las normas de disciplina básicas, como hacer las necesidades en la calle, por ejemplo.
Las familias consultadas coinciden en afirmar que la capacidad de agradecimiento y cariño de sus nuevos compañeros es enorme y su educación bastante más fácil que la de un cachorro.
Un animal adulto se amolda perfectamente a la vida con sus nuevos dueños, a sus hábitos y reglas,mostrando además, si ha sido adoptado tras un abandono, un amor y fidelidad sin límites.
El aprendizaje del animal va ligado al instinto de juego y no pierde dicho instinto hasta muy avanzada edad, por lo que la adopción de un animal nunca deberá supeditarse a los años que tenga;en la adopción debemos guiarnos por el carácter del animal y su adecuación a nuestro estilo de vida.
Al adoptar un animal adulto, encontraremos al compañero más fiel, leal y noble que jamás hayamos imaginado. Le daremos la gran oportunidad de pasar el resto de su vida en una familia y tendremos la gran ventaja de poder salvar la vida de otro, en un tiempo más corto, con la gran satisfacción de saber que gracias a nuestra adopción, en caso de que tengan edad muy avanzada, nuestro compañero ha pasado los mejores años de su vida gracias a nuestra loable acción de adoptar
Razones para adoptar un animal criollo
Son exclusivos, originales e irrepetibles, además de su espléndido aspecto, tienen muchas otras virtudes que ofrecer, sus cualidades le hacen único.
Tienen una enorme capacidad de afecto y rebosan cariño.
Son muy leales, fieles y nobles.
Son muy inteligentes y fácilmente adiestrables.
No sufren degeneraciones por consanguinidad y gracias a las “mezclas” de las que provienen disfrutan de graciosas peculiaridades que hacen de cada animal un ejemplar irrepetible, único, casi exclusivo.
Asimismo presentan una admirable resistencia física y una gran longevidad (se sabe de ejemplares que han llegado a los 20 años).
A menudo son más tranquilos y equilibrados que sus parientes de pura raza; los cruces realizados por criadores poco profesionales pueden provocar alteraciones de comportamiento en algunos ejemplares de raza; sin embargo la selección natural de los mestizos evita casi en la totalidad dichas alteraciones.
Desean ardientemente la segunda oportunidad que tanto merecen.
Además, los perros de pura raza no son más que mestizos prolongados en el tiempo. Si elegimos una raza tan admirada como el San Bernardo y analizamos su genealogía, veremos que en él se mezclan sangres de dogos alemanes y perros de montaña de los Pirineos; los dogos provienen de la mezcla de mastines con lebreles irlandeses, mientras que el perro de montaña de los Pirineos desciende del Maremmano Abrucés y del pastor húngaro Kuvasz.
Las familias que adoptan están plenamente satisfechas y felices con sus nuevos compañeros, independientemente de su origen, pues todos los perros y gatos, de raza y mestizos, poseen extraordinarias virtudes que hacen de ellos compañeros ideales.